BICHOGRAFIAS
BICHOGRAFIAS
HISTORIAS DE PEQUEÑAS CRIATURAS.
La serie consta de un conjunto de bordados, collage textil y pinturas en técnicas mixtas, en los que el hilo es la constante y pretexto formal. Parte por otro lado, de un par de reflexiones que me han ocupado en años recientes, la primera es el tema de como establecemos procesos de relación interpersonal desde lo micro hasta lo macro, como estas conexiones construyen redes que terminan siendo casi inaprensibles, esto cercano al espíritu de la teoría de los “seis grados de separación” que apareció en 1930 en el cuento “Chains” del escritor húngaro Frigyes Karinthy, reversionada luego profusamente,
en donde se establece que es posible conectar a cualquier persona del mundo con otra utilizando un máximo de seis enlaces.
La segunda que tiene una profunda relación con el extremo opuesto, es decir el de la individualidad en su máxima expresión y con la nueva realidad a la que los tiempos actuales nos tiene sujetos. El aislamiento con su respectivo encierro da el tiempo suficiente y necesario para la reflexión, la introspección, el análisis y luego para la resiliencia. El enclaustramiento provoca el extraño fenómeno de hacerse días cortos y noches largas que permiten poner en perspectiva el largo trayecto en el que estamos metidos y a partir de ello entender que la explicación del misterio universal está, siempre estuvo, en las pequeñas cosas.
El cuerpo central de la serie son aros para bordar que permanecieron silentes y semi olvidados por años en mi estudio, los que, reencontrados junto a las madejas de estambre, las lentejuelas, canutillos, pedrería y otros tantos materiales que aparecieron también y que ahora debido al confinamiento y la recurrencia de mi encuentro diario con mis vecinos del jardín: arañas, moscas, abejas, mariposas y escarabajos; me fueron aproximando a resolver “pintar con hilos” sobre fieltro. El elemento final proviene -no sin paradoja- de lo estéticamente atractivo que resulta la representación gráfico-científica del virus del COVID-19, aunque a decir verdad podría tratarse de cualquiera otro, el aspecto simbólico se vuelve o igual o más importante que el de la simple representación visual.
Bichografías, el título afectuoso del proyecto es entonces la síntesis de mi paso por estos tiempos aciagos, el agradecimiento por la compañía, la extrapolación de la domesticidad y la evidencia de que, contrario a lo que muchos argumentan, el paro obligado simplemente precipitó muchas de las cosas que más temprano que tarde iban a suceder.
Finalmente sirve para refrendar mi idea de que para conservar nuestro espíritu y la naturaleza hace falta la suficiente determinación de querer hacerlo, entendiendo que ese deseo se encuentra en la emoción del descubrimiento, y en sentir y amar todo cuanto nos rodea.
Ángela González
Julio de 2020.